Hace cinco años en Medellín se dio el primer paso hacia un nuevo deporte. Un grupo de seis personas, en cabeza de Santiago Alzate, decidieron dejar a un lado la grama, el pavimento y la baldosa, para poner el balón en la arena y dar comienzo al primer club antioqueño del fútbol playa.
Los catalogaron como locos al pretender implementar un deporte playero en una ciudad donde precisamente no hay playa; sin embargo, para ellos esto no fue un impedimento. Buscaron por toda la ciudad algún espacio donde tuvieron cabida, y aunque no fue mucha la oferta que encontraron, lograron ubicarse para que el balón de playa comenzara a rodar por la capital antioqueña.
«Me di cuenta que la Unidad Deportiva de Belén tenía un espacio grande, fui a medirlo, le comenté a cinco amigos sobre la idea: me siguieron me apoyaron y empezamos con esto«: aseguró Santiago Alzate, fundador del club
Santiago vio futuro en el jugador antioqueño y decidió abrir una convocatoria para darle forma al equipo y conformar una institución futbolera. Seis meses después, cuando había un estilo definido y varias sesiones de entrenamiento acumuladas, los antioqueños decidieron dar un paso internacional sin temor a nada.
Tras cuatro años de proceso, la identidad de juego se veía más marcada y los logros eran cada vez más importantes. En 2018 el equipo se alzó con en el título nacional y se ganó el derecho de representar al país en la Copa Libertadores de fútbol playa, allí marcaron historial al ser el único equipo colombiano en avanzar de la fase de grupos.
Juan Felipe Galindo, de 25 años, es uno de los jugadores pioneros en la institución y uno de los referentes futbolísticos. Su llegada al club se dio por la invitación de Santiago, con quien compartió canchas de fútbol desde los 13 años.
La clasificación a la Copa Libertadores para él ha sido el mejor momento vivido en la institución, pues eso les permitió estar en la cuna del fútbol playa. Felipe habló de cuáles fueron los momentos que más disfrutó en el certamen.
Si bien el equipo marcó un hito en la historia del fútbol playa colombiano, el hecho no sonó muy fuerte en el entorno deportivo del país. Los medios de comunicación no le prestaron mayor atención. Para Santiago esto se debe a que es un deporte que no tiene mayor competencia:
La Libertadores fue el primer torneo donde al equipo no le tocó pagar un peso para asistir. Sus otras participaciones, nacionales e internacionales, han salido del bolsillo de los jugadores y sus familias.
Finalmente, tanto Felipe como Santiago dieron a conocer sus expectativas de cara al futuro, y ambos coincidieron en que primero está el club por en cima de su trayectorias individuales.
Para Felipe lo primordial es volver a la Copa y hacer una mejor presentación de la que se hizo en 2018.
Santiago va un poco más allá de una buena presentación. Su sueño es hacer de Antioquia Beach Soccer el mejor equipo de fútbol playa del país y que el deporte tenga una mayor acogida a nivel local y nacional.