Tras reunirse con los dirigentes de River Plate, Flamengo, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) , la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP – Chile) y la Confederación Brasilera de Fútbol (CBF), la Conmebol tomó la decisión de no jugar la final de Copa Libertadores en Santiago de Chile, debido a las protestas que se viven en en las calles del país austral.
Los directivos tomaron esta decisión basándose en no poder garantizar la organización del evento y la seguridad de las partes. Esto no quiere decir que la Copa vaya a volver a las tradiciones finales de ida y vuelta, como se había hecho creer en algún momento.
Conmebol mantiene en firme su postura de jugar una final única en territorio neutral. Asunción, Lima y Medellín son las tres opciones que manejan las directivas del fútbol sudamericano y en las próximas horas se dará a conocer cuál será la ciudad que albergará el partido decisivo de la Copa Libertadores.