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Por: Juan Camilo Villa M. – @juanvillamunera
Un carrusel de sensaciones dejó la victoria de Atlético Nacional sobre un Envigado FC que como siempre hizo un partido serio en el Atanasio Girardot y estuvo en dos oportunidades por encima del marcador.
Al final fue un marcador 3-2 a favor de los dirigidos por Juan Carlos Osorio que hizo varios cambio en el módulo, posicionales y nominales a lo largo del compromiso y por suerte para él, entró al camerino y al volver supo recomponer en los últimos 20 minutos con ingresos importantes como el de Deinner Quiñones y Helibelton Palacios.
Como aspectos por mejorar, muy mal el partido de Diego Braghieri, impreciso y cometió una pena máxima, hay que acotarle que sufrió un trauma al inicio del juego y posterior a él fue llevado a la clínica con cuello ortopédico. Sebastián Gómez no fue influyente y Christian Mafla tuvo más ganas que buen juego, con algo de complicidad en el segundo gol ‘naranja’.
Importante el regreso de Jefferson Duque al gol y ya ajustó cinco, las sociedades y el buen trato a la pelota con jugadores como Quiñones, Andrade y Barrera, los servicios de costado de Yerson Candelo que estuvo punzante y la sorpresiva, el gran partido con gol de Baldomero Perlaza y la refrescante aparición de Brayan Córdoba en una zaga que venía de cometer muchos errores básicos,
Nacional queda quinto parcialmente en la tabla y se mantiene dentro de la pelea por los puestos de arriba, pero la gran conclusión del compromiso de hoy para quien escribe, es que no hay que pelearle a cada rival por su fortaleza, sino atacarlo con las propias y así serán los demás los que se tengan que preocupar por anular al equipo de Don Juan Carlos.