26 noviembre, 2020

Blog: Lo que las futuras generaciones deben saber de Diego Maradona

Lo que las futuras generaciones deben saber de Diego Armando Maradona 1
Radio Múnera Digital

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Pablo Posada – @pabloposada07

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A ningún colombiano lo van a despedir con ese furor cuando se muera. A ningún equipo colombiano le van aplazar un partido de Libertadores por la muerte de su ídolo. Eso nos demuestra dos cosas: uno, Argentina está en un nivel superior de sentir el fútbol; dos, lo que hizo DIEGO MARADONA FUE EXTRAORDINARIO. Fue tanta la alegría dada millones de personas, que importó más lo hecho dentro de una cancha que su comportamiento fuera de ella.

Es de público conocimiento que Maradona consumía cocaína, él mismo lo admitió, pero aquí ni Dios puede juzgarlo y menos el colombiano.

 “Cuando dicen que soy Dios yo respondo que están equivocados: soy un simple jugador de fútbol. Dios es Dios y yo soy Diego. Fui, soy y seré drogadicto”: Maradona

Diego creció en un barrio marginal, con muchas necesidades, en un ambiente donde “nacen muchos y se crían pocos”. Ninguno de los que está leyendo este texto sabe lo que significa pasar a la fama de la noche a la mañana al nivel Maradona. Nadie sabe cuáles fueron sus bases educativas para tomar las decisiones que tomó.

Nuestro sistema de vida implica, lamentablemente,  que haya gente con mucha muchísima plata y otra gente con ningún puto peso para subsistir, y como el dinero es más importante que la vida, lamentablemente, las personas hacen lo que sea por tener extravagancia de dinero, así no sepan que van a hacer con él.

«Crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono»: Maradona.

Pero todos nos atrevemos a juzgar y a señalarlo porque no tomó las decisiones hipotéticas que nuestra sobriedad y pobreza alcanzan a imaginar: “fue un gran futbolista, pero su comportamiento borra todo lo hecho”, es la frase comúnmente dicha por personas que han tomado peores decisiones con un grado menor de dificultad.

No quiero decir con esto que debemos endiosar a Maradona, pero tampoco debemos crucificar a Diego.  Las futuras generaciones deben aprender de sus hazañas deportivas, de su rebeldía, su sentido de pertenencia y su carácter, pero también de su mal ejemplo.

“Sólo les pido que me dejen vivir mi propia vida. Yo nunca quise ser un ejemplo»: Maradona.

Ver cómo terminó su vida, en un estado de poca racionalidad, de mucha dificultad para engranar ideas y dar dos pasos seguidos, nos muestra el camino superficial al que lleva el consumo excesivo del alcohol y la cocaína.  

Pero no se puede culpar a Diego de vivir cómo vivió. Repito. Nadie más tuvo que tomar las decisiones bajo su contexto de crianza y desarrollo de personalidad. Esto es un tema de mayor profundidad, de analizar cómo se están criando los niños en Latinoamérica, de pensar si la prohibición de las drogas nos están llevando a alguna parte segura de “civilización”, y, sobre todo, de examinar si el estilo de vida popular y millonario le otorgan a las personas una estabilidad emocional.

De mi parte, Diego Maradona siempre será recordado por su magia futbolística, su ímpetu para salir a la cancha, pero en especial lo recordaré por sus ganas de vencer todos los obstáculo de la vida, porque Diego hizo todo para derrotar a sus rivales en cancha y a sus demonios internos.

«Si me muero, quiero volver a nacer y quiero ser futbolista. Y quiero volver a ser Diego Armando Maradona. Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra»: Maradona.

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