Desde el 18 de octubre, Chile se encuentra inmerso en constantes protestas de sus ciudadanos en contra del gobierno de turno. Situación que llevó a cancelar la final de Copa Libertadores que se iba a desarrollar en el Estadio Nacional de Chile.
Como las protestas continúan y no hay índices de mejoría, los jugadores de la Selección, comandada por Reinaldo Rueda, decidieron que lo mejor era no jugar los partidos amistosos correspondientes a esta fecha FIFA.
Reinaldo Rueda respetó la decisión de sus dirigidos, por lo que decidió liberarlos de la concentración y quedaran a disposición de sus respectivos clubes.